Nuestro veredicto: El editor ha elegido DJI Osmo Mobile 2 como el mejor estabilizador de cámara de 2021. Haz click aquí para ver nuestra reseña de este producto.
Los móviles de hoy en día superan con creces nuestras cámaras de ayer en una variedad de departamentos, pero nada como las sacudidas o vibraciones para arruinar una buena toma o grabación.
Afortunadamente, solo nos falta un buen estabilizador para añadir estabilización y fluidez a nuestras grabaciones, ya sea con móviles o cámaras convencionales.
Existe una variedad de estabilizadores, desde los más simples que hasta parecen palos de selfie hasta los kits más especializados de los profesionales. En nuestra reseña tomamos los mejores ejemplares de cada categoría y nos aseguramos de que todos tengan algo que encontrar.
Hay que cuidarse a la hora de comprar estos aparatos ya que dependemos de la honestidad de sus capacidades.
Tres factores son vitales para cualquier estabilizador: capacidad de carga, tamaño de dispositivos permitidos y el peso del estabilizador en sí.
Existen detalles igualmente importantes, pero son mucho más específicos de cada producto y el usuario decide qué le sirve más.
DJI es una marca reconocida en el ámbito de las técnicas de grabación modernas. Sus drones siempre figuran en los tops. De ahí que no nos sorprenda la calidad del Osmo Mobile 2, un gimbal de valor impresionante.
Es un gimbal de nylon reforzado con un excelente agarre. Peca de ser un poco más pesado que otros modelos, pero el cuerpo está balanceado de manera tal que se siente más liviano en la mano.
Se puede adaptar hasta móviles de 6 pulgadas y ejerce una presión moderada. Algunos modelos aprietan mucho por lo que pueden rayar la carcasa, no es el caso con el Osmo Mobile 2.
No puede ser rotado en 360 grados lo cual es una pena, pero puedes usar el móvil tanto en horizontal como vertical.
La aplicación DJI GO permite realizar un número de funciones muy interesantes. Desde el ActiveTrack para que tu móvil se mantenga orientado hacia ti mientras te mueves hasta el zoom compensado integrado para realizar grabaciones fluidas con técnicas de cineasta.
Se pueden realizar panorámicas de alta definición con la función de capturado y movimiento automático, tanto en modo paisaje como retrato. De igual manera se pueden realizar lapsos de tiempo configurables.
Cuenta además con capacidad de streaming, un puerto para cargar el móvil mientras se utiliza y una batería de larga duración (alrededor de 15 horas sin cargar móvil con uso normal).
Viene a un costo súper asequible y con una extensa lista de funciones. Nos parece que las prestaciones de este producto son de punta y lo recomendamos para quienes buscan tomas de siguiente nivel con un estabilizador de cámara todo-terreno, todo con la inversión más pequeña posible.
Zhiyun es una de las marcas chinas más reconocidas en el mundillo de los estabilizadores de cámaras. Sus productos cuentan con prestaciones de alta calidad a precios competitivos. El Smooth 4 se para frente a los líderes del mercado como el anterior y sale bien parado gracias a sus características profesionales.
Tiene un diseño muy similar diseño muy similar al del Osmo Mobile 2, aunque nos ha gustado más el color y en especial los botones en el Smooth 4.
La marca afirma que el motor del Smooth 4 ha mejorado bastante, al punto de asegurar su funcionamiento con prácticamente cualquier teléfono actual.
Ofrece rotación en 360 grados, la posibilidad de grabar con nuestro móvil tanto en vertical como horizontal, tres ejes de control y viene con un trípode muy conveniente.
El gimbal posee un panel de control en el agarre que minimiza enormemente la necesidad de tocar la pantalla del móvil para hacer cualquier cambio, lo que mantiene el móvil centrado y elimina los movimientos bruscos o desestabilizaciones.
Una de las cosas que más nos ha gustado en este estabilizador son sus configuraciones de lapsos de tiempo. Gracias a la elevada función de enfoque y ampliación, se puede realizar todo tipo de lapsos como en tiempo real, híper lapsos, y lapsos en cámara lenta, todo con capturas más amplias y seguimiento de objetivos.
El Smooth 4 tiene una característica adicional que permite usar los motores al máximo de su potencial, permitiendo al usuario hacer transiciones de escenas ultra fluidas. Funciona de maravilla además con sus modos de seguimiento que siguen rostros humanos o cosas.
Tiene un costo de regalo comparado con sus prestaciones y ofrece todas las bondades de un equipo semi profesional. Lo recomendamos como una opción más económica para satisfacer la necesidad de estabilización profesional, aunque quizás trae más de lo que necesita un usuario promedio.
Por más liviano que hagas un gimbal, tarde o temprano ejerce estrés en el cuello y los brazos. Neewer captó el problema y por eso sacaron su estabilizador con apoyo de hombro. El resultado es una plataforma flexible que permite acoplar un sinfín de aparatos para cualquier tarea cinematográfica.
El diseño cuenta con dos barras de sujeción para los brazos y una tercera el hombro. Tiene manillas y articulaciones giratorias para asegurar que todo esté bien sujetado.
Una de las bondades de este diseño es que la plataforma tiene espacios de cuarto de pulgada dispuestos a lo largo de la extensión de sus brazos, excelente para montar accesorios como micrófonos, luces, monitores LED y demás.
El cuerpo es de una aleación de aluminio, bastante ligera para su tamaño, aunque si un poco pesado si lo comparamos con otros. El peso se divide en tres puntos de sujeción, sin embargo, por lo que el usuario que filma solo percibe una fracción.
Las posibilidades son extensas, en especial si eres un manitas. El ángulo de la cámara puede ser puesto en cualquier dirección e incluso la posición de la cámara en la placa central puede ser movida.
La tornillería puede ser un tema delicado en este producto, pero trae una gran cantidad de tornillos de un cuarto de pulgada en caso de extravío.
La estabilización es en su totalidad mecánica, aunque no por eso menos buena, en especial si consideramos la forma y apoyo. Dicho esto, no tiene motor alguno para rotar o hacer estabilización compensada.
Como es de esperarse de un producto sin asistencia eléctrica, el costo es mínimo. Nos parece una excelente opción para quienes quieren formarse como camarógrafos profesionales y están comenzando. Para un usuario convencional, nos parece que demanda mucho para sacarle provecho.
No siempre se busca un producto complejo que realice un montón de funciones (son mucho más caros), a veces se quiere una sola cosa y se quiere bien hecha. Igadgitz con su trípode mini es precisamente esto. Solo monta tu cámara o tu móvil y listo.
No por ligero o compacto es menos robusto, el Mini permite cámaras de hasta 1,5 kilogramos, sean estas réflex, SLR o digitales con tornillo estándar de un cuarto de pulgada. Los móviles no están excluidos ya que se puede montar dispositivos de hasta 4,7 pulgadas.
El trípode cuenta con patas de goma texturizadas para funcionen como un agarre al estar cerradas, al mismo tiempo son anti-deslizantes por lo que tienen la misma estabilidad y agarre cuando se utilizan de forma estática.
Una vez “abierto” el trípode, la rótula sea bloquea para mantener un ángulo cerrado y constante. Tiene un nivel de burbuja para asegurarnos del ángulo y la orientación.
Se extraña el poder ajustar el trípode de manera gradual para cambiar la altura de la cámara, pero se aprecia aún más la estabilidad obtenida, en especial si se usan cámaras más pesadas en lugar de móviles.
El costo es un regalo, y aunque este producto no trae consigo mayor cosa, permite llevar nuestras tomas y grabaciones al siguiente nivel, todo con una inversión mínima. Lo recomendamos encarecidamente a los que quieren un palo de selfie más corto y mucho más versátil al menor precio.
Para finalizar, reseñamos este kit interesante de Fantaseal planteado para solventar las necesidades de cineastas y entusiastas por igual. Similar en propósito al kit de Neewer, pero con unos cuantos detalles que lo diferencian.
En primer lugar, contamos con brazo almohadillado para sostener y manejar el dispositivo con firmeza. El agarre es óptimo para cámaras réflex, SLR o digitales, compactas, y videograbadoras. Así mismo funciona con dispositivos móviles.
Para su tamaño y objetivo, ciertamente es liviano, con un peso total de 422 gramos. El cuerpo está hecho en plástico tratado de alta calidad, aunque quizás una aleación de aluminio hubiera sido mejor.
Cuenta con los espacios para acoplar accesorios como monitores LED, micrófonos, luces, entre otros.
La parte inferior del estabilizador permite acoplarse a un trípode o soporte (siempre y cuando éste acepte tornillos de rosca de un cuarto de pulgada). Incluye un soporte para adaptar el brazo a dispositivos móviles más compactos como una GoPro.
Un precio realmente asequible por un producto duradero y confiable. Nos parece un buen paquete, pero únicamente si el usuario es un poco más avanzado y quiere sacar provecho de un kit de estabilización de cámara más profesional. Para usuarios más casuales, existen mejores opciones.
Un estabilizador de cámara, por más simple que sea, mejora enormemente la calidad de tus tomas y es prácticamente un requisito para cualquier entusiasta de la grabación que quiera convertirse en un profesional.
Pero, aunque ser un profesional no sea tu objetivo, un estabilizador permite que tus tomas y vídeos sean de calidad profesional. Eso de por sí es una gran ventaja.
El mercado hoy más que ayer está saturado de productos de este tipo, pero nunca sale mal leer al respecto para asegurar tu compra antes de gastar. Nada pero que comprar un trípode que no soporta tu teléfono o cámara.
Revisa estos consejos para que asegures tu inversión:
La estabilización asistida siempre supera a la mecánica, por razones obvias. Pero no siempre hace falta.
Si tu objetivo es hacer grabaciones simples de paisajes o grabaciones sin transiciones de escena rápidas o abruptas, es posible que un estabilizador no-asistido sea tu mejor opción. Son mucho más fáciles de usar y también más asequibles.
Por el contrario, si quieres grabar durante situaciones de alta velocidad, necesitas algo compacto y asistido.
En teoría, un trípode es algo simple: solo carga encima de su copa a una cámara o móvil. En práctica, algunos trípodes se sacuden o sea caen al montar ciertas cámaras o móviles.
Es importante que revises las especificaciones de tanto tus dispositivos como el estabilizador/trípode que te quieres comprar. Siempre es bueno estar un poco por debajo del límite superior.
Lo barato puede salir caro. Un estabilizador de plástico podría ser económico y hasta resistente, pero si tu producto de 30 euros falla colosalmente, podría comprometer tu cámara de 600 euros… ya ves a lo que nos referimos.
Para actividades de alta velocidad o donde es posible que se rompa algún elemento, sugerimos que uses productos cuya durabilidad sea verificada. De lo contrario es un salto de fe.
Otras fuentes de interés: